Día de San Valentín o de los enamorados
¿Qué sabemos del día de San Valentín o de los enamorados? Prácticamente nada. Pero de igual manera se festeja.
El comienzo de esta tradición se podría decir que esta ligada a una divinidad de la mitología romana de nombre Fauno, conocido como Pan para los griegos. Este dios era el protector de los rebaños y los pastores, como también de la fertilidad y la sexualidad masculina. Era asimismo, confundido con otra divinidad romana, Lupercus que significa “el que protege del lobo”. Esta confusión hizo que los nombres acabaran fundiéndose en Fauno Luperco.
Como la mayoría de los dioses, éste también era venerado en fiestas llamadas Lupercalias, realizadas todos los días 15 del mes de febrero. En esta festividad, los sacerdotes encargados de iniciar los ritos, los luperci o lupercos, se vestían con pieles de cabra y llevaban cinturones fabricados con cueros del mismo animal. Usaban los mismos para golpear a las multitudes concurrentes. Se creía que la asistencia a estas fiestas aumentaba la fertilidad, facilitando de esta manera las oportunidades de concebir hijos.
Pasados los años, alrededor del siglo III después de Cristo, en el Imperio Romano se instauró una orden imperial que prohibía los casamientos de los legionarios, ya que se pensaba que los soldados, al no tener lazos afectivos podrían llegar a ser mas eficientes y valerosos en el campo de batalla.
En estas épocas, en las cuales todavía no se había adoptado el cristianismo como religión oficial del imperio, surgió un sacerdote cristiano que debido a sus creencias casaba a los soldados con sus enamoradas, por supuesto, a escondidas de las autoridades del imperio. Este sacerdote se llamaba Valentín.
Una vez enterado de esto el emperador de turno, Claudio II, mandó a ubicar a Valentín, recomendándole que desistiera de semejante actitud contraria a los valores del imperio. Éste, siendo fiel a sus ideales cristianos, se negó, siendo apresado y ejecutado, aparentemente, un 14 de febrero alrededor del año 270 después de Cristo.
Pero no fue hasta el año 498, que el Papa Gelasio I, aprovechando para desterrar otro festival “pagano” como el de las Lupercalias (el día de todos los santos es otro ejemplo), declara el 14 de febrero como el día de San Valentín.
Con los ritos de fertilidad de las Lupercalias de parte de los antiguos romanos, los casamientos a los legionarios romanos enamorados por intermedio de Valentín, la fusión de ambas costumbres, y con la ayuda del tiempo, se fue generando el famoso día de los enamorados.
Como dato curioso, en el año 1969, el día de San Valentín fue borrado del calendario eclesiástico por ausencia de pruebas de santidad.
El comienzo de esta tradición se podría decir que esta ligada a una divinidad de la mitología romana de nombre Fauno, conocido como Pan para los griegos. Este dios era el protector de los rebaños y los pastores, como también de la fertilidad y la sexualidad masculina. Era asimismo, confundido con otra divinidad romana, Lupercus que significa “el que protege del lobo”. Esta confusión hizo que los nombres acabaran fundiéndose en Fauno Luperco.
Como la mayoría de los dioses, éste también era venerado en fiestas llamadas Lupercalias, realizadas todos los días 15 del mes de febrero. En esta festividad, los sacerdotes encargados de iniciar los ritos, los luperci o lupercos, se vestían con pieles de cabra y llevaban cinturones fabricados con cueros del mismo animal. Usaban los mismos para golpear a las multitudes concurrentes. Se creía que la asistencia a estas fiestas aumentaba la fertilidad, facilitando de esta manera las oportunidades de concebir hijos.
Pasados los años, alrededor del siglo III después de Cristo, en el Imperio Romano se instauró una orden imperial que prohibía los casamientos de los legionarios, ya que se pensaba que los soldados, al no tener lazos afectivos podrían llegar a ser mas eficientes y valerosos en el campo de batalla.
En estas épocas, en las cuales todavía no se había adoptado el cristianismo como religión oficial del imperio, surgió un sacerdote cristiano que debido a sus creencias casaba a los soldados con sus enamoradas, por supuesto, a escondidas de las autoridades del imperio. Este sacerdote se llamaba Valentín.
Una vez enterado de esto el emperador de turno, Claudio II, mandó a ubicar a Valentín, recomendándole que desistiera de semejante actitud contraria a los valores del imperio. Éste, siendo fiel a sus ideales cristianos, se negó, siendo apresado y ejecutado, aparentemente, un 14 de febrero alrededor del año 270 después de Cristo.
Pero no fue hasta el año 498, que el Papa Gelasio I, aprovechando para desterrar otro festival “pagano” como el de las Lupercalias (el día de todos los santos es otro ejemplo), declara el 14 de febrero como el día de San Valentín.
Con los ritos de fertilidad de las Lupercalias de parte de los antiguos romanos, los casamientos a los legionarios romanos enamorados por intermedio de Valentín, la fusión de ambas costumbres, y con la ayuda del tiempo, se fue generando el famoso día de los enamorados.
Como dato curioso, en el año 1969, el día de San Valentín fue borrado del calendario eclesiástico por ausencia de pruebas de santidad.
6 comentarios:
Muy bueno!!
Ahora bien, con esa última frase, usted dice que tal vez Valentín no era un santo?
Besotes!
En realidad Valentín fue santificado sin demasiadas pruebas que confirmaran que en realidad era un santo. Pero como explique, la iglesia católica, en su existencia, creo varias festividades, para tapar otras de origen pagano que ellos consideraban inmorales y además quitaban adeptos. El día de San Valentín fue eliminado, junto a varios días mas, para "limpiar" a los santos y quitar los de origen dudoso.
¡Besos!
En España no se celebraba hasta que el dueño de unos grandes almacenes, en los años 60, ideo o importó a San Valentín. La "idea" cuajo y gustó. Desde entonces es una fiesta donde se compran regalo, cosa que los empresarios agradecen ;-)
Te debo y me debo el dato de cuando empezó a festejarse San Valentín, aunque acá se le llama día de los enamorados. En Buenos Aires pasa lo mismo. Rosas, chocolates, peluches... Regalos muy poco originales. Y todos los años lo mismo. Ja.
Saludos José.
Pero mi amigo, si no puede pasar la segunda etapa del juego... ¡lea la etiqueta! ¿Tiene un diccionario castellano-francés?
Jaja, ya la pase... pero me quedé en otra. Soy un fiasco. Gracias igual don Zeus.
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