jueves, mayo 31, 2007

Decálogo de la serenidad

Hojeando un libro prestado encontré una especie de señalador con un decálogo escrito por el Papa Juan XXIII que realmente me agrado, y por eso quería compartirlo. De vez en cuando en los libros se encuentran sorpresas.
Presten especial atención al punto cinco, el que más recomiendo para cumplir, aunque ninguno se puede pasar por alto.

1. Sólo por hoy trataré de vivir exclusivamente el día, sin querer resolver el problema de mi vida todo de una vez.

2. Sólo por hoy tendré el máximo cuidado de mi aspecto, sere cortés en mis maneras, no criticaré a nadie y no pretenderé mejorar o disciplinar a nadie, sino a mí mismo.

3. Sólo por hoy seré feliz en la certeza de que he sido creado para la felicidad, no solo en el otro mundo, sino en este también.

4. Sólo por hoy me adaptaré a las circunstancias, sin pretender que las circunstancias se adapten todas a mis deseos.

5. Sólo por hoy dedicaré diez minutos de mi tiempo a una buena lectura, recordando que, como el alimento es necesario para la vida del cuerpo, así la buena lectura es necesaria para la vida del alma.

6. Sólo por hoy haré una buena acción y no lo diré a nadie.

7. Sólo por hoy haré por lo menos una cosa que no deseo hacer, y si me sintiera ofendido en mis sentimientos, procuraré que nadie se entere.

8. Sólo por hoy me haré un programa detallado. Quizá no lo cumpliré cabalmente, pero lo redactaré. Y me guardaré de dos calamidades: la prisa y la indecisión.

9. Sólo por hoy creeré firmemente (aunque las circunstancias demuestren lo contrario) que la buena providencia de Dios se ocupa de mí como si nadie existiera en el mundo.

10. Sólo por hoy no tendré temores. De manera particular no tendré miedo de gozar de lo que es bello y de creer en la bondad.

5 comentarios:

Centauro dijo...

Es interesante, aunque desconfío de las frases tan puras ya que los humanos no somos tan rectos y no sé si podemos serlo. Pero es bueno plantearse metas perfectas para, en su persecusión, llegar a ser lo mejor posible, aún cuando sabemos que esa perfección no nos es alcanzable.
Todas excepto la que habla de Dios, porque no creo en su existencia, pero es una imagen fácilmente reemplazable por la Justicia, el Bien, etcétera.

Anónimo dijo...

Hola Facu:
Bueno el decálogo de Juan XXIII. A mí me llegó el punto 5. Creo que es el más difícil. Creo que empezar por criticarnos, disciplinarnos cada uno, es lo único que ayudaría a la especie humana como tal. Pero es una utopía total. Son tantos los puntos de vista, los intereses, está tan manoseada la escala de valores, que se ajusta de acuerdo a los intereses de momento (político, social o económico) que hace que todo se confunda y actuemos por conveniencia, comodidad, justificando nuestras acciones u opiniones de acuerdo con nuestras necesidades, y todo estás bien. No hay compromiso. Por eso comparto con Centauro en que es muy difícil, son ideas muy puras y que el ser humano tiene que buscar siempre metas altas, siempre ser mejor (habría que analizar qué es ser mejor) y pudiendo lograr el mínimo posible de esas metas ya sería mucho. Por suerte hay muchos que actúan de acuerdo con sus ideales, se publique o no, no es eso lo importante, y eso creo que hace que, pese a todo la especie resista.
Tía Baty

Anónimo dijo...

Perdón, hubo un error respecto del punto, quise decir punto 2.

Anónimo dijo...

Hoy es el día del comentarista de blog, asiq feliz día para mi y la Tía Baty y Centauro.

Anónimo dijo...

Feliz día, mediocre.