miércoles, octubre 25, 2006

Efecto de validación subjetiva

Consideremos el siguiente texto como si fuera una evaluación de nuestra personalidad.

“Tienes la necesidad de gustarle a otras personas y de que te admiren, y con todo tiendes a criticarte. Aunque tienes algunas debilidades de personalidad generalmente eres capaz de compensarlas. Tienes una considerable capacidad que no has usado en tu beneficio. Disciplinado y autocontrolado en el exterior, tiendes a ser aprensivo e inseguro interiormente. A veces tienes serias dudas en si hiciste lo correcto o tomaste la decisión acertada. Prefieres cierta cantidad de cambios y variedad y llegas a decepcionarte cuando estás cercado por restricciones y limitaciones. Te autoufanas también de ser un pensador independiente, y no aceptas las afirmaciones de otros sin pruebas satisfactorias. Pero has encontrado desaconsejable ser demasiado franco en darte a conocer a otros. A veces eres extrovertido, afable, y sociable, mientras que otras veces eres introvertido, cauto, y reservado. Algunas de tus aspiraciones tienden a ser más bien irreales.”

Seguramente todos nos encontramos identificados con esta evaluación, pero como veremos, hay una explicación para ello.

Pasemos entonces a la explicación, que fue básicamente un experimento propuesto por un psicólogo llamado Bertram R. Forer.
Forer dio a sus alumnos un test de personalidad. Haciendo caso omiso de los resultados, entregó a todos una única respuesta: el párrafo escrito anteriormente, pidiendo que catalogaran los resultados según su valoración en una escala del 0 al 5, indicando con 0 una valoración muy pobre y con 5 una excelente. El promedio del experimento fue de 4,26. Reveló luego, para el asombro de todos sus estudiantes, que habían sido provistos de la misma evaluación de personalidad.

Dicho experimento se realizo en 1948 y se repitió cientos de veces con estudiantes de psicología, manteniéndose el promedio de valoración cercano al nivel inicial.
En definitiva, Forer demostró que los individuos tienden a aceptar afirmaciones acerca de ellos mismo basándose en su deseo de que sean realidad; a aceptar declaraciones cuestionables y hasta falsas de ellos mismos si creen que son positivas o halagadoras; a encontrar puntos de conexión en afirmaciones inconsistentes con el propósito de hacer que tengan sentido. A este efecto se lo denomino efecto de validación subjetiva o efecto Forer. Y como podemos ver puede dar explicaciones parciales a la aceptación de pseudo-ciencias como la astrología, la cartomancia, y demás.

Hagan sus experimentos en casa.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Barba, te corrijo, efecto Fürer, no Furer.

Facundo dijo...

Corregido, gracias. Pero no es Fürer es Forer.

Anónimo dijo...

Esta entrada es vieja, aunque yo llego a ella en estos momentos,(2014, Mayo). Ha sido muy interesante leer sobre el efecto Forer. Aunque si escribo esto no es por la entrada, que nada puedo decir en contra. Lo que me fascina realmente es que alguien pueda entrar a corregir una diéresis, que por otro lado no existe. Son estas pequeñas cosas las que no llego a entender se me escapan por completo. Un saludo.